lunes, 5 de septiembre de 2011

Mercados 10 - Democracia 0

Me incorporo después de veinte días de vacaciones...y en tan corto periodo de tiempo cambian la Constitución Española. Me planteo hacer viajes cortos por si acaso, en una de éstas, a los mercados se les ocurre pedir que nos saltemos las elecciones del 20 de Noviembre y le den el Gobierno directamente al PP, que se ve gobernando el Estado con unas prácticas en sus comunidades, que ponen los pelos de punta.
Me siento profundamente decepcionada por esta última actuación del Presidente Zapatero, me cuesta reconocer, en esta última fase de su mandato, al hombre sonriente que decía que no iba a cambiar, se denominaba feminista y propició leyes progresistas para favorecer  la igualdad de oportunidades. Con estas últimas actuaciones, el Partido Socialista deja un triste legado, en su concepción de la democracia participativa, consideración con sus aliados parlamentarios en esta legislatura y sobre todo, en su posicionamiento al lado de quienes se han convertido en los auténticos manipuladores del mundo: los mercados.
Soy consciente de lo difícil que es gobernar y la complicación del momento pero precisamente por eso, por la dificultad de estos tiempos, me hubiese gustado tener un presidente que ejerciera otro tipo de liderazgo en Europa para hacer frente a la voracidad de unos señores, que controlan los mercados y que "no miran pelo", porque están dispuestos a mercadear con hipotecas, subprime, productos alimenticios, personas, todo lo que pueda multiplicar los dividendos. No tienen otro dios que el dinero y nada los detiene porque han hecho suya la canción de: "el que quiere uno, quiere tener dos, el de los cincuenta quieren tener cien"  y así,  hasta el infinito.
Reconozco que me da miedo ese funcionamiento tan inmoral, sin límite y aumenta mi preocupación porque no siento que los derechos que, con tanto esfuerzo hemos conseguido, estén siendo protegidos por la clase política que nos gobierna, lejos de eso, las diferencias aumentan y los ricos amplian su fortuna mientras contemplan el aumento de las desigualdades con cierta gracia porque los hace sentir más grandes.
Por eso creo que vamos hacia un otoño caliente, el otro día, el periodista canario Tristán Pimienta decía que si los derechos sociales adquiridos se veían en peligro, el 15 M no era más que una romería comparado con la que se podía armar. Pues bien, creo que debemos pasar de la romería a la gran protesta y coger la calle, antes de que también nos la quiten.
Soy optimista por naturaleza y utópica por necesidad, por eso incluiré en la letanía de mantras diarios la vieja canción de Joan Báez, recuperada por Chanquete,  "no, no,  nos moverán..."o quizás, para ponerle un poco más de poesía revolucionaria: "no pasarán, los venceremos, amor no pasarán..."
No queremos que pasen a arruinar nuestras escuelas públicas, institutos y universidades, nuestros centros de salud y hospitales, nuestras políticas sociales y de igualdad, nuestro derecho a decidir sobre los asuntos importantes del Estado, todo lo conseguido y que nos gustaría tuvieran también en otras partes del planeta.
Por eso creo necesario participar en el otoño caliente, la pasividad en estos momentos puede ser la tumba de muchos derechos adquiridos, por mi no quedará...

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