jueves, 29 de septiembre de 2011

Defender la alegría.

Esta mañana mi amiga Ana me mandaba un mensaje diciendo: "Nieves, estás con la vena feminista a la intemperie" y si, debo reconocer que esta semana se me están revolviendo particularmente las tripas. Por un lado, el chorreo incesante de mujeres muertas por terrorismo doméstico, ya van 47 este año, a manos de sus ex parejas, al parecer sus ex propietarios. Con naturalidad llegan a nuestros informativos la noticia de una nueva mujer muerta, fruto de la violencia doméstica. Me cabreo cada vez y empieza a parecerme paradójico responder....con un minuto de silencio. Creo que basta ya de silencios y que hay que pasar a acciones más contundentes. Tenemos en este país larga experiencia anti-terrorista y  me gustaría saber cuántos fondos públicos se han dedicado y dedican a tratar este tema al parecer con buenos resultados.
Sin embargo, y a juzgar por las cifras de mujeres muertas cada año, debemos reconocer el fracaso absoluto de la política de protección a las mujeres. Soy asidua a las estaciones de trenes y aeropuertos pero sigo sin ver las fotos de los maltratadores colgadas en los tablones de anuncios. A éstas alturas me parecen un cachondeo las ordenes de alejamiento que permiten a los denunciados seguir viviendo en los mismos pueblos o ciudades, donde los maltratadores dicen y lo peor, cumplen que van a matar a sus parejas ante la pasividad general.
Por otro lado, siguen llegando noticias de que en Africa, hoy se sigue denunciando la salvajada que sufren las niñas en éste continente, sometidas a la mutilación genital en una prueba más de la dominación del hombre, bajo no sé qué argumento cultural.
Y aquí, en España, paradigma hace unos años de la igualdad, con un Ministerio específico, gobierno paritario, leyes que permiten el matrimonio entre personas del mismo sexo, empezamos a oír que las mujeres no vamos a poder decidir qué hacer con nuestros cuerpos y por tanto con nuestras vidas en buenas condiciones.
Y me pregunto si el cambio producido durante este tiempo corresponde a fuegos artificiales en un momento de bonanza económica o la transformación es real y va a durar, pase lo que pase, en los próximos acontecimientos electorales. Y espero que seamos capaces de movilizarnos y hacer frente común para que la crisis, producida por las clases especuladores, no sea la excusa perfecta para recortar derechos que para mi son irrenunciables y que me gustaría tuvieran el resto de las mujeres del mundo y los hombres que consideran la igualdad como la mejor manera de estar en el planeta.
Esta crisis la están utilizando también los mismos que la han provocado como caldo de cultivo del pesimismo, la negatividad, el miedo y eso me parece también peligroso porque creo profundamente en el fruto del trabajo justo. Por eso, aunque tenga la vena feminista a la intemperie, quiero tenerla con esperanza y optimismo y sobre todo creyendo en la capacidad que hemos tenido para organizarnos y conseguir los objetivos. Nadie nos ha dicho que sea fácil. Por eso yo quiero recuperar una canción que cantó Serrat de un poema de Benedetti: DEFENDER LA ALEGRIA COMO UNA TRINCHERA.
http://www.youtube.com/watch?v=pPZsRVWlnTs

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